La publicidad en redes sociales es una de las estrategias de marketing online que más ha crecido en los últimos años. Especialmente en Facebook y Google que son las dos plataformas que cosechan el 70% de todo el dinero invertido por las empresas. Sabedoras de ello, ambas han implementado nuevos mecanismos para que cada vez sea más complicada ganar visbilidad orgánica de manera natural. por esta razón, cada vez resulta más complicado atraer nuevos clientes sin pasar por caja.
La cuestión es que los internautas son cada vez más reticentes a los anuncios publicitarios, que además ha ido desarrollandod e manera progresiva cierta ceguera a los banners, como su realmente no estuvieran ahí. De hecho, recientes estudios aseguran que la mitad de los anuncios online son ignorados por los usuarios y que son cada vez más los que usan adblockers para evitar ser molestados.
Por este motivo, es por lo que la publicidad en las redes sociales se ha convertido en una de las mejores opciones para combatir esta ceguera y llegar a los consumidores. No obstante, hay que tener en cuenta que no es oro todo lo que reluce y que no siempre ofrece los resultados esperados. por eso, muchas empresas llegan a cuestionarse si realmente la publicicdad en redes sociales es efectiva y si deberían seguir invirtiendo en ella.
Según un estudio llevado a cabo recientemente por CivicScience, son pocos los consumidores que compran porque han visto algo en las redes sociales. Aunque lo cierto es que Facebook es la que ofrece mejores resultados. Un 16% de los encuestados asegura que alguna vez ha comprado un producto o servicio que había visto anunciado en la red social. En contraposición, casi la mitad afirma que nunca lo ha hecho.
¿Por qué sucede esto? Todo apunta a que podría estar relacionado con el hecho de que las redes sociales todavía no han conseguido convertirse en social commerce, es decir los consumidores no las ven como una plataforma de compra ni parecen interesados en comprar cuando acceden a ellas. Eso sí, los anuncios en las redes sociales pueden usarse de manera diferente, como estrategia para potenciar la imagen de marca, redirigir el tráfico o aumentar el número de seguidores de la comunidad. Así pues, las empresas deberían plantearse mejor cuáles son sus objetivos con la inversión de publicidad en las redes sociales.