A principios del años 2018, Facebook realizó algunos cambios en su algoritmo que se tradujeron en malas noticias para los medios de comunicación y para muchas empresas que ya se habían acostumbrado a seguir las reglas del juego de la plataforma. Eso sí, estas últimas ya habían vivido algo parecido tiempo atrás experimentando un importante descenso de su tráfico, por lo que no era nada nuevo.

La cuestión es que, con estos cambios, la red social anunciaba que los contenidos publicados por los medios iban a tener menos relevancia que los contenidos publicaos por los amigos y familiares de los usuarios. De esta forma, los usuarios pasaron a ver más contenidos de sus contactos que de las páginas. Todo ello con el objetivo de que su experiencia se ajustara más a lo que esperaban encontrar en la plataforma y de evitar el boom de las noticias falsas que habían empezado a ser un problema para la credibilidad de la red social en los últimos meses.

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Así pues, para aquellos que habían logrado posicionarse en el mercado y asentar su marca gracias a sus presencia en Facebook, la noticia supuso más que un duro varapalo, un golpe definitivo que demostró que ya no merecía la pena seguir invirtiendo más esfuerzos en la red social a menos que se decidiera pagar por la publicidad. Y es que, las empresas lo tienen casi imposible ya para que sus contenidos lleguen a los consumidores de manera orgánica. Esto ha hecho que para muchas marcas Facebook haya dejado de tener interés.

Para los medios, Facebook era casi su principal fuente de tráfico, lo que las ha puesto en una situación realmente complicada. Además, muchas habían dedicado muchos recursos en los últimos años para posicionarse mejor, siguiendo las directrices que iba marcando Fafecbook. Por ejemplo, muchas empezaron a gastar dinero en la creación de vídeos porque la plataforma premiaba este tipo de contenidos. Debido a ello, algunos medios no tardaron mucho en anunciar su cierre, especialmente aquellos que dependían de lo viral. Mientras que otras han decidido reajustar su modelo de negocio, recurriendo a estrategias que habían ido quedando aparcadas, como el SEO y el email marketing.

No obstante, lo cierto es que no ha habido muchas empresas que hayan querido mostrar sus cifras. Solamente Slate ha sido completamente transparente con sus datos. La empresa ha perdido un 87% del tráfico de Facebook con respecto al año 2017. Un ejemplo para entender lo que ha ocurrido, que el efecto de la actualización del algoritmo de Facebook ha sido arrasador,